viernes, 12 de octubre de 2007
Una Famillia Taurina en Quito
Por: Diego Merizalde
Jaime y Diana Rovalino son una pareja muy especial. Tienen una nena preciosa a la cual le han inculcado el amor por el campo, las reces, las cabalgatas, y por supuesto la noble tradicion del Toreo. Diana, es una periodista con muchos años de experiencia. Ha sido reconocida en muchas ocasiones y actualmente es Productora en Radio Catolica Nacional en la ciudad de Quito con muchisimo exito (inclusive con audiencia en EEUU).
Jaime por su parte es Gerente de ventas en una empresa de la misma ciudad. Pero su gran pasion, son los Toros. Nunca olvidare el dia que me tope con este gran tipo. Nos conocimos cuando eramos estudiantes en la UTE. Los dos estudiamos Marketing. Alguna vez de pequeño Papa me habia llevado a un par de corridas de toros, y una que otra vez estuve en tentaderos de Riobamba, Ambato y Quito. Mas tarde asistia a la "tipica contravereda" sin saber que tenia esta pasion por la fiesta brava.
Mi otra pasion, que es el Futbol copaba casi todo mi tiempo libre.Soy un fanatico del futbol, lo practico, y sigo los campeonatos paso a paso. Hincha de LDU por cierto.
Esta pasion la llevo desde niño. Mi padre es un relator y comentarista deportivo para la radio, y desde pequeño veia los partidos desde la cabina de transmision, escuchando a mi padre relatar el futbol con una rapidez y al mismo tiempo exactitud digna de admiracion.
Cuando Jaime "me llevo por primera vez" a la Fiesta Brava...(digo primera vez porque nunca vi los toros desde la perspectiva de la gente que practica el toreo)aprendi un lenguaje totalmente nuevo. Un lenguaje genuino y elegante que describe el toreo como si fuera una poesia, o una declaracion romantica. Tuve el gran honor de sentarme junto a Jaime Rovalino Padre, que en paz descanse, en los graderios de la Plaza. Era todo un ritual ver al padre y su hijo prepararse para esta gran fiesta en el mes de Diciembre. Botas de cuero, Sombrero y colacion. Era tan grande esa pasion, que me contagie inmediatamente. En las gradas yo, un simple aficionado mezclado entre gente Taurina de alma y corazon, viendo torear a grandes figuras. Aprendi no solamente de muletazos, veronicas, chicolinas, y salidas a puerta Gayola. Sino que aprendi de la gente a mi alrededor. Me refiero a la gente que se reunia en el mismo lugar todos los años, cada diciembre desde hace mucho tiempo para conmemorar la fiesta brava.
Y es que se vive un ambiente diferente, un ambiente lleno de fervor por nuestra cultura española y un amor por nuestra ciudad que va mas alla de una simple verbena en la calle y un par de tragos.
Tuve la oportunidad de ver el gran debut de uno de los mejores toreros de nuestros tiempos. "El Juli" Recuerdo que Jaimito Padre nos decia: este "guambra" va a llegar muy lejos, es un maestro a sus 15 años de edad! y asi fue, ahora EL Juli esta por conmemorar su corrida de toros numero 1,000
Tantos y tantos grandes toreros han pasado por el coso de Iñaquito, pero eso es otro tema.
Desde entonces he seguido a mi gran amigo, aunque a la distancia. paso a paso todas sus corridas. Atraves de fotos y largas charlas.
Es un torero exquisito. Muy elegante y valiente que tiene mucha experiencia en el ruedo. Un gran amigo lojano lo Bautizo "El Tato Rovalino"
Ya son incontables las veces que se ha enfrentado a un toro cara a cara. Y esperamos verlo otra vez el 17 de Noviembre en el Tentadero la Guaragua de la ciudad de Quito.
Gracias querido amigo por tu amistad, y por años de haber compartido esta gran aficion a la fiesta brava. Estoy seguro de que tu Padre esta muy orgulloso de ti, y tiene un rinconcito en los graderios del cielo para ver todas tus corridas.
miércoles, 10 de octubre de 2007
Comienza la cuenta atrás para la feria de Quito 2007...
Informa: Jaime Rovalino.
La feria ecuatoriana de Quito ha comenzado su cuenta atrás, aunque aún quedan cerca de dos meses para su celebración los preparativos y días de campo, comienzan a ser habituales ya en esta recta final de septiembre.
El ciclo quiteño que se celebrará entre el 28 de Noviembre y el 6 de Diciembre, contará además con la celebración 3 novilladas durante el próximo mes de octubre, denominadas de La Oportunidad.
En dicho ciclo, los novilleros podrán mostrar sus avances, sus ganas y su momento, para poder seguir creciendo en esta linda profesión.
Con motivo de estas novilladas se realizó un tentadero en -La Guaragua- , una preparación previa en la que el novillero Sebastián Villacres, puntero de la escuela taurina Jesús del Gran poder de Quito, mató dos novillos a puerta cerrada.
Como resultado artístico cortó una oreja a cada uno de sus novillos demostrando que se encuentra preparado para su compromiso en la plaza ecuatoriana.
La feria ecuatoriana de Quito ha comenzado su cuenta atrás, aunque aún quedan cerca de dos meses para su celebración los preparativos y días de campo, comienzan a ser habituales ya en esta recta final de septiembre.
El ciclo quiteño que se celebrará entre el 28 de Noviembre y el 6 de Diciembre, contará además con la celebración 3 novilladas durante el próximo mes de octubre, denominadas de La Oportunidad.
En dicho ciclo, los novilleros podrán mostrar sus avances, sus ganas y su momento, para poder seguir creciendo en esta linda profesión.
Con motivo de estas novilladas se realizó un tentadero en -La Guaragua- , una preparación previa en la que el novillero Sebastián Villacres, puntero de la escuela taurina Jesús del Gran poder de Quito, mató dos novillos a puerta cerrada.
Como resultado artístico cortó una oreja a cada uno de sus novillos demostrando que se encuentra preparado para su compromiso en la plaza ecuatoriana.
"Los mandamientos de las corridas de toros". Artículo de Gregorio Corrochano
Peña Taurina El Albero. Quito, Ecuador.
Artículo publicado en el diario ABC, de Madrid, el 16 de junio de 1955
"Por las amplias puertas de la plaza va entrando la muchedumbre, que luego, en los pasillos, se dispersa en corrientes precipitadas en busca de los asientos. Las bocas de los tendidos parecen un manantial humano. Antes que los toreros, pisan el ruedo los encargados de retirar unos anuncios, que están caídos en la arena y que no sé si alguien lee. No es éste un decorado muy artístico y entonado, pero debe ser un alivio económico para la pobre empresa de Madrid. La música toca un pasodoble torero y salen las cuadrillas.
Levanta esa cara, muchacho, no mires tristemente al suelo, que hay muchas mujeres en la plaza que han venido por verte. Un poquito más de garbo en ese andar cansino. Que no parezca que eres torero a la fuerza. No las entristezcas, que traen ramos de flores para ti, y alguna, más torera o más atrevida, te echará al ruedo un zapato como una zapatilla de torear, que está muy de moda. Anda con ese andar alegre y juvenil de pasodoble. Sale el toro. El que quiera ver bien una corrida, que no pierda de vista al toro. Donde está el toro, está la corrida. Que no se distraiga por mirar, a un torero. Siguiendo al toro, ya se encontrará con el torero. Fíjate cómo corre el peón al toro, porque no es lo mismo que el peón corra al toro, que el toro corra al peón. Cuando éste se mete precipitadamente en un burladero, y no le da tiempo a esconder el capote, el toro se estrella en el burladero y se las- tima, es que el toro corre al peón. No le aplaudas los recortes. Cuanto más bravo es el toro, cuanto más fuerte se arranca, más daño sufre en los cuartos traseros, principalmente, con el recorte que le obliga a frenar y cambiar rápidamente de dirección. Sabed, que estos recortes están prohibidos y multados en ese reglamento que no se cumple. No incurras en aplaudir lo que está sancionado. Si los recortes se multaran, y se publicaran las multas como se publican otras, el que aplaude se daría cuenta de que su afición también ha incurrido en multa.
Cuando el picador barrena y mete el palo, aparta la vista del picador y mira al matador, que tiene un capote de brega y un turno para entrar al quite. (Entrar, ir a sacar al toro, ir a quitar al toro del picador, no esperar a que salga el toro cuando pueda del enredo del peto sin salida.) No le pidas al picador que saque el palo. El picador, ni puede, ni debe sacar el palo. Es su defensa y la del caballo. Si saca el palo en el centro de la suerte, le estrella el toro. Aunque esté picando muy mal no puede sacar el palo. Es como si a un torero, porque está toreando mal, se le obligara a tirar el capote. Las suertes del toreo son buenas o malas, pero no admiten enmienda hasta que terminan. Lo que tiene que hacer el matador es precipitar el quite. Si quieres bien al toro, no te conformes con verle en dos puyazos de muerte, sino en varios puyazos de castigo.
Si un matador entra en su quite, y el toro le pasa, y otro entretiene el suyo en no torear, es que éste no sabe torear de capa; quítale puntos. Si abusa en el quite del capote a la espalda, sigue desconfiando de que sepa torear.
No pidáis que banderilleen los matadores. No saben ni los que parece que saben. ¿Quiebra alguno un par en los medios, como hacían antes los matadores para diferenciarse de sus banderilleros? No; lo que hacen es cuartear más o menos espectacularmente, sin cuadrar ni parar en la cabeza del toro. Todo rápido, precipitado, confuso. No interesa. Prefiero al "Vito" y “Almensilla" .
La distancia de la muleta al toro, no hay que medirla antes del pase, sino en el centro del pase y después del pase. Antes del pase, el terreno depende de la bravura, de los pies y del estado del toro por el exceso o falta de castigo. Se puede citar distanciado o muy cerca, del toro depende más que del torero; en la lidia de hoy depende del picador. Ni tan distante que el toro no acuda al cite, ni tan cerca que no se pueda adelantar la muleta, que es como se deben empezar los pases para ser completos. Cada toro tiene su sitio, como cada torero. Lo que hay que mirar son los pies del torero en el centro del pase cuando se está pasando al toro, la distancia a que le pasa, y la distancia a que se lo deja o remata el pase. Esa distancia, despegada o ceñida, y la quietud de pies en ese instante es lo verdaderamente importante del pase; más, mucho más que la distancia a que se coloca para dar el pase. Porque la quietud y la distancia en el centro de la suerte revelan que el toro va muy bien toreado, a su temple, muy embarcado en la muleta, que el que manda es el torero. El pase hay que rematarle, sin dejarse enganchar la muleta -temple- y llevarle, hasta dejarle a una distancia, que el torero no tenga que irse, ni dar un salto atrás, para ligar la faena sin interrupción, sin que pueda servir de pretexto salirse para saludar. Ya saludará después.
El toreo debe fluir con naturalidad, sin violencias y espontáneamente.
Todo lo preparado es artificioso, incluso los pases preparados de pecho, que no deben porfiarse, sino ligarlos en los remates de los naturales, como una consecuencia, que es lo que son. Los pases obligados de pecho, que es lo contrario de los preparados, porque supone pararse y echarse por delante un toro, con serenidad, sin enmendarse, cuando se le revuelve para cogerle.
Estos fueron siempre los pases más destacados. Si esto decimos de los pases preparados de pecho, que aunque preparados tienen calidad, ¿qué diremos de esos pases que se preparan retorciéndose, y se amplían echando el brazo a las ancas del toro, como en un coleo, que acaban en el pase del "tío vivo"?
En los mandamientos de la estocada, no queremos entrar, hasta que un premio Nobel de Medicina descubra el tratamiento de la enfermedad del estoque de madera, y los matadores, ya curados, puedan practicarla, sin las deficiencias que hay que achacar a la lesión de la mano."
Mas información en: http://elalbero.blogspot.com/
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Gracias por su visita. Copyright www.toros.com
Artículo publicado en el diario ABC, de Madrid, el 16 de junio de 1955
"Por las amplias puertas de la plaza va entrando la muchedumbre, que luego, en los pasillos, se dispersa en corrientes precipitadas en busca de los asientos. Las bocas de los tendidos parecen un manantial humano. Antes que los toreros, pisan el ruedo los encargados de retirar unos anuncios, que están caídos en la arena y que no sé si alguien lee. No es éste un decorado muy artístico y entonado, pero debe ser un alivio económico para la pobre empresa de Madrid. La música toca un pasodoble torero y salen las cuadrillas.
Levanta esa cara, muchacho, no mires tristemente al suelo, que hay muchas mujeres en la plaza que han venido por verte. Un poquito más de garbo en ese andar cansino. Que no parezca que eres torero a la fuerza. No las entristezcas, que traen ramos de flores para ti, y alguna, más torera o más atrevida, te echará al ruedo un zapato como una zapatilla de torear, que está muy de moda. Anda con ese andar alegre y juvenil de pasodoble. Sale el toro. El que quiera ver bien una corrida, que no pierda de vista al toro. Donde está el toro, está la corrida. Que no se distraiga por mirar, a un torero. Siguiendo al toro, ya se encontrará con el torero. Fíjate cómo corre el peón al toro, porque no es lo mismo que el peón corra al toro, que el toro corra al peón. Cuando éste se mete precipitadamente en un burladero, y no le da tiempo a esconder el capote, el toro se estrella en el burladero y se las- tima, es que el toro corre al peón. No le aplaudas los recortes. Cuanto más bravo es el toro, cuanto más fuerte se arranca, más daño sufre en los cuartos traseros, principalmente, con el recorte que le obliga a frenar y cambiar rápidamente de dirección. Sabed, que estos recortes están prohibidos y multados en ese reglamento que no se cumple. No incurras en aplaudir lo que está sancionado. Si los recortes se multaran, y se publicaran las multas como se publican otras, el que aplaude se daría cuenta de que su afición también ha incurrido en multa.
Cuando el picador barrena y mete el palo, aparta la vista del picador y mira al matador, que tiene un capote de brega y un turno para entrar al quite. (Entrar, ir a sacar al toro, ir a quitar al toro del picador, no esperar a que salga el toro cuando pueda del enredo del peto sin salida.) No le pidas al picador que saque el palo. El picador, ni puede, ni debe sacar el palo. Es su defensa y la del caballo. Si saca el palo en el centro de la suerte, le estrella el toro. Aunque esté picando muy mal no puede sacar el palo. Es como si a un torero, porque está toreando mal, se le obligara a tirar el capote. Las suertes del toreo son buenas o malas, pero no admiten enmienda hasta que terminan. Lo que tiene que hacer el matador es precipitar el quite. Si quieres bien al toro, no te conformes con verle en dos puyazos de muerte, sino en varios puyazos de castigo.
Si un matador entra en su quite, y el toro le pasa, y otro entretiene el suyo en no torear, es que éste no sabe torear de capa; quítale puntos. Si abusa en el quite del capote a la espalda, sigue desconfiando de que sepa torear.
No pidáis que banderilleen los matadores. No saben ni los que parece que saben. ¿Quiebra alguno un par en los medios, como hacían antes los matadores para diferenciarse de sus banderilleros? No; lo que hacen es cuartear más o menos espectacularmente, sin cuadrar ni parar en la cabeza del toro. Todo rápido, precipitado, confuso. No interesa. Prefiero al "Vito" y “Almensilla" .
La distancia de la muleta al toro, no hay que medirla antes del pase, sino en el centro del pase y después del pase. Antes del pase, el terreno depende de la bravura, de los pies y del estado del toro por el exceso o falta de castigo. Se puede citar distanciado o muy cerca, del toro depende más que del torero; en la lidia de hoy depende del picador. Ni tan distante que el toro no acuda al cite, ni tan cerca que no se pueda adelantar la muleta, que es como se deben empezar los pases para ser completos. Cada toro tiene su sitio, como cada torero. Lo que hay que mirar son los pies del torero en el centro del pase cuando se está pasando al toro, la distancia a que le pasa, y la distancia a que se lo deja o remata el pase. Esa distancia, despegada o ceñida, y la quietud de pies en ese instante es lo verdaderamente importante del pase; más, mucho más que la distancia a que se coloca para dar el pase. Porque la quietud y la distancia en el centro de la suerte revelan que el toro va muy bien toreado, a su temple, muy embarcado en la muleta, que el que manda es el torero. El pase hay que rematarle, sin dejarse enganchar la muleta -temple- y llevarle, hasta dejarle a una distancia, que el torero no tenga que irse, ni dar un salto atrás, para ligar la faena sin interrupción, sin que pueda servir de pretexto salirse para saludar. Ya saludará después.
El toreo debe fluir con naturalidad, sin violencias y espontáneamente.
Todo lo preparado es artificioso, incluso los pases preparados de pecho, que no deben porfiarse, sino ligarlos en los remates de los naturales, como una consecuencia, que es lo que son. Los pases obligados de pecho, que es lo contrario de los preparados, porque supone pararse y echarse por delante un toro, con serenidad, sin enmendarse, cuando se le revuelve para cogerle.
Estos fueron siempre los pases más destacados. Si esto decimos de los pases preparados de pecho, que aunque preparados tienen calidad, ¿qué diremos de esos pases que se preparan retorciéndose, y se amplían echando el brazo a las ancas del toro, como en un coleo, que acaban en el pase del "tío vivo"?
En los mandamientos de la estocada, no queremos entrar, hasta que un premio Nobel de Medicina descubra el tratamiento de la enfermedad del estoque de madera, y los matadores, ya curados, puedan practicarla, sin las deficiencias que hay que achacar a la lesión de la mano."
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